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Llega el verano: los peligros de andar descalzo en piscinas y vestuarios

Jun 16, 2025Blog

Con la llegada del verano, lo que más nos apetece es disfrutar del sol, la playa y la piscina. Sin embargo, en esta época también aumentan los riesgos para la salud de nuestros pies, sobre todo cuando se anda descalzo en zonas húmedas y compartidas con otras personas como pueden ser vestuarios, duchas o bordes de piscinas. Desde el Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía, queremos alertar sobre las principales infecciones y lesiones que pueden producirse en este tipo de situaciones, recordando la importancia de tomar medidas preventivas y de acudir al podólogo ante cualquier síntoma.

Te preguntarás… ¿Por qué es peligroso? Las superficies húmedas y cálidas favorecen la proliferación de microorganismos como hongos, virus y bacterias. De esta manera, al caminar descalzo sobre estas zonas aumentamos el riesgo de contagiarnos de infecciones que afectan a la piel y a las uñas de los pies. Además, también corremos el riesgo de hacernos daño con golpes o heridas por objetos o superficies cortantes. Entremos en detalle de los principales riesgos.

 

Principales riesgos

 

  • Hongos en los pies (tinea pedis o “pie de atleta”)
    • Muy frecuente en verano.
    • Picor, enrojecimiento, descamación e incluso fisuras entre los dedos.
  • Onicomicosis (hongos en las uñas)
    • Infección por hongos que provoca engrosamiento, cambio de color y fragilidad en las uñas.
    • Puede derivar en pie de atleta si no se trata a tiempo.
  • Verrugas plantares (papilomas)
    • Causadas por el virus del papiloma humano (VPH).
    • Aparecen como lesiones dolorosas en la planta del pie, similares a un callo, pero con puntos negros y superficie rugosa.
  • Heridas y cortes
    • Por caminar sobre superficies difíciles o con objetos que cortan.
    • Pueden infectarse en un entorno húmedo.
  • Infecciones bacterianas
    • Especialmente si hay una puerta de entrada como una herida o ampolla.

Para prevenir estos riesgos, desde COPOAN recomendamos:

  • Utilizar chanclas o calzado de baño en vestuarios, duchas y piscinas.
  • Secar bien los pies, especialmente entre los dedos, después del baño.
  • Evitar compartir toallas o calzado.
  • Mantener una buena higiene podal diaria.
  • Revisar los pies con frecuencia, especialmente si se notan cambios en la piel o las uñas.

Es importante consultar con un podólogo ante:

  • Picor o enrojecimiento en los pies.
  • Aparición de lesiones, verrugas o cambios en las uñas.
  • Dolor al caminar o inflamación localizada.

 

El podólogo es el profesional sanitario cualificado para diagnosticar y tratar estas afecciones, además de ofrecer recomendaciones personalizadas para la prevención de cualquier afección.

Caminar descalzo por zonas mojadas puede tener consecuencias más serias de lo que puedes imaginar, por lo que tener hábitos de prevención y acudir al podólogo es la mejor garantía para mantener unos pies sanos.

 

 

 

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