La Podología se asocia a menudo exclusivamente con el cuidado de los pies. Sin embargo, también puede desempeñar un papel fundamental en la detección temprana de enfermedades sistémicas.
Las enfermedades sistémicas son aquellas que afectan a varios órganos y áreas del cuerpo, en lugar de estar confinadas a una sola zona. En este sentido, la diabetes, la artritis reumatoide, los problemas cardiovasculares o los trastornos autoinmunes entran dentro de esta categoría. Estas afecciones pueden alterar la función normal del sistema corporal y, en casos más extremos, tienen manifestaciones cutáneas y neurológicas que afectan a los pies.
Por ello, desde el Ilustre Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía se subraya la importancia de llevar a cabo revisiones periódicas de las extremidades inferiores, ya que los podólogos, con la colaboración de otros profesionales de la salud, pueden ayudar a identificar signos que indiquen alguno de los problemas de salud anteriormente citados.
Consecuencias en los pies
Los pies, al ser las extremidades que soportan todo el peso del cuerpo, pueden reflejar alteraciones sistémicas antes de que los síntomas sean evidentes en otras partes del cuerpo.
Diabetes
Los cambios en la piel, como sequedad extrema o heridas que no cicatrizan, pueden ser signos de niveles de azúcar elevados en la sangre.
La diabetes puede llevar la pérdida de sensibilidad en los pies y, con una mala circulación, el riesgo de infecciones y úlceras aumentan hasta poder derivar, en casos extremos, en amputaciones.
Artritis reumatoide
Esta enfermedad puede causar inflamación y deformidades en las articulaciones del pie, lo que lleva a dolor crónico y dificultades para caminar. La rigidez también suele ser un síntoma muy común.
Enfermedades vasculares
Un flujo sanguíneo insuficiente, que se manifiesta con pies fríos, calambres, cambios en el color de la piel y, en casos más graves, la aparición de úlcera isquémicas que pueden desencadenar la aparición de una gangrena y amputación.
Trastornos autoinmunes
Destaca especialmente el lupus, que puede provocar llagas y úlceras dolorosas en los pies, así como hinchazón e inflamación. La Psoriasis también puede aparecer inicialmente en el pie con la presencia de placas eritematosas con hiperqueratosis o con afectación ungueal.
Un caso especial: el Pie Diabético
El Pie Diabético es una complicación frecuente en personas con diabetes mellitus y puede conllevar problemas serios si no se maneja correctamente.
La diabetes afecta la circulación y la sensibilidad en los pies, lo que aumenta el riesgo de infecciones, úlceras y lesiones graves. Sin embargo, una rutina adecuada de cuidados diarios puede ayudar a prevenir problemas y a mantener los pies en buen estado.
Consejos para aliviar el impacto en el pie de las enfermedades sistémicas
Para paliar los efectos de estas afecciones, desde el Ilustre Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía se recomienda:
- Controlar la enfermedad con medicación, dieta y actividad física
- Lavar y secar bien los pies, cortarse las uñas correctamente y usar cremas hidratantes para evitar infecciones
- Usar zapatos adecuados y bien ajustados para prevenir lesiones y reducir el dolor
- Realizar ejercicios específicos para tobillos y que ayuden a mejorar la circulación
- Revisión periódica con tu podólogo de confianza
La revisión podológica, clave en la prevención
Las visitas periódicas al podólogo permiten un seguimiento exhaustivo del estado de los pies para una detección precoz gracias a los signos que indican alguna anomalía. En este sentido, los exámenes que se realizan pueden identificar cambios en la piel, uñas, a nivel circulatorio y en las estructuras óseas o articulares.
Por otro lado, se evalúa el flujo sanguíneo mediante pruebas como el índice tobillo-brazo o palpación de pulsos periféricos. En el caso de personas con riesgo de neuropatía diabética, se realizan análisis de sensibilidad.
Recuerda que al prestar atención a los pies no solo se mejora la calidad de vida, sino que también se contribuye a la detección temprana y a mitigar los efectos de este tipo de enfermedades.
No lo olvides, acude a revisiones periódicas a tu podólogo de confianza y también ante cualquier signo de alerta que puedas detectar.