Estamos en plena Semana Santa, días cargados de actividades, procesiones y, para muchos, largas caminatas. Las numerosas horas en pie requieren una atención previa no sólo al calzado que se va a utilizar, también a los propios pies, que deben estar en condiciones óptimas para soportar el esfuerzo y evitar lesiones.
Como podólogos, sabemos lo importante que es mantener nuestros pies en óptimas condiciones para disfrutar con salud de la estación de penitencia. Por eso, te ofrecemos recomendaciones para cuidar tus pies:
- Elige el calzado adecuado y opta por zapatos cómodos y que se ajusten correctamente a tus pies. Se desaconseja estrenar y utilizar zapatos prestados, dado que éstos deben proporcionar un buen soporte para el arco del pie, amortiguar la pisada y reducir la presión.
- La piel seca puede provocar grietas dolorosas en los pies, pero aplicar crema durante estos días puede resultar contraproducente. La hidratación previa a una caminata puede producir exceso de humedad, facilitando así la aparición de ampollas. Por lo general, sí se recomienda durante los cuidados posteriores si no hay heridas y en función de cada caso. Si tienes dudas, consulta con un podólogo.
- Córtate las uñas de los pies en línea recta para evitar que se claven. No las apures demasiado e intenta mantener la curvatura natural de la uña. Emplea una lima suave si la necesitas para evitar los ‘picos’ y las formas irregulares.
- Usa calcetines de materiales transpirables, elaborados con fibras vegetales y sin costuras para evitar rozaduras. Si sientes que comienzan a aparecer ampollas, aplica apósitos para proteger la piel.
- Durante las caminatas, haz estiramientos y ejercicios. Ponte de puntillas y luego el peso sobre los talones, moviliza los tobillos con cuidado y ‘rueda’ los pies de un lado a otro para calentar y relajar la musculatura. Cambia el peso de un pie a otro cuando estés en pie y realiza ejercicios de flexión y extensión de los dedos para mejorar la circulación.
- Tómate un descanso periódico para dar a tus pies un respiro. Tras una larga caminata, es normal que notes una leve hinchazón y presión moderada a causa de la misma en los miembros inferiores. Intenta buscar un lugar para sentarte y, si puedes, eleva las piernas para que la sangre circule mejor.
- Cuando llegues a casa, dedica unos minutos cada día a examinar los pies en busca de signos de ampollas, rozaduras, irritaciones o lesiones. La atención temprana a las mismas puede prevenir complicaciones mayores como las infecciones más adelante.
- Consulta al podólogo si experimentas dolor persistente, inflamación o cualquier otro problema en los pies que no mejore con el reposo y los cuidados en casa. El podólogo puede proporcionar un diagnóstico preciso, asistencia sanitaria especializada, prescribir medicación si fuera necesaria y ofrecer recomendaciones específicas que complementen tu tratamiento.
Recuerda que cuidar de tus pies es esencial para disfrutar plenamente de todas las actividades, especialmente aquellas que requieren una mayor demanda física, sin molestias ni dolores innecesarios. Desde el Ilustre Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía te deseamos una feliz estación de penitencia y una Semana Santa llena de salud.