El envejecimiento trae consigo una serie de cambios en el cuerpo, y los pies no son una excepción. Con el paso de los años, las personas mayores pueden experimentar diversas afecciones podológicas que afectan su movilidad, bienestar y calidad de vida. Mantener una correcta salud podal es fundamental para prevenir complicaciones y garantizar un envejecimiento activo y saludable.
Principales problemas en los pies en la tercera edad
- Pérdida de grasa plantar y alteraciones en la marcha. Con la edad, la capa de grasa que amortigua la planta del pie se reduce, lo que puede causar dolor al caminar y aumentar el riesgo de problemas en las articulaciones.
- Pie diabético. Las personas mayores con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar úlceras, infecciones y otras complicaciones que pueden derivar en problemas graves si no se tratan a tiempo.
- Deformidades en los pies, como juanetes o dedos en garra. Estas alteraciones óseas son comunes en personas mayores y pueden causar dolor, dificultad para calzarse y alteraciones en la marcha.
- Callosidades y durezas. Debido a la presión y el roce constante, pueden aparecer callos y durezas que, si no se tratan adecuadamente, pueden derivar en heridas y molestias.
- Infecciones fúngicas y problemas en las uñas. La onicomicosis (hongos en las uñas) también es frecuente en estas edades, afectando la apariencia y la salud de las uñas, además de dificultar el corte adecuado.
- Problemas circulatorios. La insuficiencia venosa y arterial puede provocar hinchazón, cambios en la piel y mala cicatrización de heridas en los pies.
¿Cómo actúa el podólogo en estas situaciones?
El papel que juega el podólogo en la salud de los pies es clave, ayudando a prevenir, diagnosticar y tratar diversas afecciones podológicas. Entre sus funciones más importantes destacan:
- Revisión y tratamiento de afecciones comunes: el podólogo trata callos, durezas, uñas encarnadas y problemas derivados de la diabetes, evitando complicaciones mayores.
- Tratamiento de alteraciones biomecánicas: mediante estudios de la pisada y tratamientos ortopodológicos, se pueden mejorar los problemas de marcha y aliviar el dolor.
- Prevención del pie diabético: los pacientes diabéticos deben acudir periódicamente al podólogo para realizar controles que permitan detectar signos tempranos de complicaciones.
- Consejos para el cuidado de los pies: el profesional de la Podología proporciona recomendaciones sobre el calzado adecuado, la higiene y la prevención de lesiones.
La importancia de acudir al podólogo y la labor del Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía
Es fundamental acudir regularmente al podólogo para mantener una buena salud podal y, en el caso de las personas mayores, evitar complicaciones que puedan afectar su movilidad e independencia. La prevención es clave, y el tratamiento temprano de cualquier alteración puede marcar la diferencia en la calidad de vida.
El Ilustre Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía trabaja para garantizar la excelencia en la atención podológica, promoviendo la formación continua de los profesionales y sensibilizando a la población sobre la importancia del cuidado de los pies. A través de campañas informativas y asesoramiento especializado, este colegio profesional refuerza el papel esencial del podólogo en la salud pública.