La Podología, como disciplina sanitaria especializada en el cuidado de los pies, desempeña un papel crucial en la salud y el bienestar de las personas. Sin embargo, aunque esta especialidad está regulada como ciencia sanitaria, en los últimos años hemos sido testigos de un fenómeno tan preocupante para los propios podólogos como para la ciudadanía: el intrusismo profesional.
Ésta es la práctica ilegal de una profesión sin contar con la debida titulación, formación requerida ni autenticidad sanitaria. En el caso de la Podología, esto implica a personas que asumen funciones y aplican tratamientos reservados exclusivamente a los podólogos debidamente cualificados. Frecuentemente, este tipo de servicios los ofrecen clínicas de estética o lugares que no están debidamente autorizados. Y es que las personas no tituladas carecen de los conocimientos necesarios para abordar condiciones patológicas específicas y complejas.
Otra cuestión de riesgo es la esterilización de los materiales, que en numerosas ocasiones no sigue las pautas de higiene apropiadas, o el empleo de instrumental punzante. Podólogos de Andalucía advierte que las clínicas de estética y sus profesionales pueden limar, pintar o pulir las uñas, pero tienen prohibida por la Orden ESS/ 1451/ 2013, de 29 de julio el uso de sistemas cortantes o punzantes sobre las uñas o de cualquier instrumento necesario para el ejercicio de actividades específicas de la atención sanitaria, que puedan cortar, pinchar, causar herida o infección.
Instrumentos de corte
Quienes practican sin titulación carecen de los conocimientos y habilidades necesarias para llevar a cabo estos procedimientos de manera correcta, ampliando el riesgo de complicaciones y lesiones, y ofreciendo diagnósticos que pueden ser erróneos o ineficaces, e incluso pudiendo agravar patologías y condiciones existentes.
La falta de regulación y control en el intrusismo profesional pone en riesgo la seguridad y la salud de los pacientes. Por estos motivos, sólo los profesionales sanitarios con titulación universitaria, como es la Podología, están capacitados para manejar técnicas invasivas, como la cirugía del pie, de manera segura y adecuada.
En este sentido, la lucha contra el intrusismo profesional en este área debe ser una prioridad tanto para los organismos reguladores como para los propios profesionales, organismos colegiales y pacientes. Desde el Ilustre Colegio de Podólogos de Andalucía insistimos en la importancia de acudir a podólogos titulados, registrados y colegiados, quienes cuentan con una sólida formación académica y clínica para ofrecer un tratamiento seguro y efectivo pero, sobre todo, fiable.
Además, es fundamental que los organismos competentes refuercen las medidas de control y vigilancia para detectar y sancionar a aquellos que ejercen ilegalmente la Podología. Esto no solo protege la integridad de los pacientes, sino que también garantiza la reputación y el prestigio de los podólogos.
En definitiva, la formación especializada y la titulación adecuada son requisitos indispensables para asegurar un tratamiento podológico de calidad. Además, como profesionales sanitarios, todo podólogo debe estar colegiado para poder desempeñar su profesión.
Si quieres denunciar prácticas de intrusismo, puedes enviar un correo electrónico a la Cominisión de Intrusismo: comisiondeintrusismo@copoan.org o rellenar el formulario en este enlace: https://copoan.es/web/formulario-denuncia-intrusismo/