El verano trae consigo días soleados, temperaturas cálidas y una atmósfera vibrante que nos invita a disfrutar al máximo de actividades al aire libre. Desde paseos por la playa hasta caminatas en la ciudad, elegir el calzado adecuado es crucial para mantener nuestros pies cómodos y frescos. Desde el Ilustre Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía te ofrecemos algunas recomendaciones para que transites el verano con los pies sanos.
- Utiliza sandalias. Son el calzado por excelencia para el verano. Permiten que los pies respiren y son perfectas para días calurosos. Entre las cuestiones a tener en cuenta, es recomendable emplear unas sandalias planas, con suela gruesa, un poco acolchada y con sujeción en el tobillo. Se aconseja evitar aquellas que posean una correa de dedo, y optar por los modelos que dejen libertad de movimiento de los dedos de los pies.
Por otro lado, hay opciones de sandalias deportivas para realizar actividades más intensas como el senderismo ligero (que no se lleve a cabo en terrenos con muchos desniveles ni obstáculos) o el turismo. Éstas deben poseer un buen soporte y tracción en la suela para no dañar la planta del pie, y evitar lesiones como la Fascitis plantar o las ampollas.
- Usa chanclas sólo en piscinas, playa y vestuarios. Las chanclas son una opción relajada y fácil para el verano; sin embargo, es importante tener en cuenta que utilizarlas a todas horas puede producir Fascitis plantar o Tendinitis, patologías muy dolorosas e incluso incapacitantes que puede agravarse y cronificarse en el caso de que el uso de este tipo de calzado se prolongue en el tiempo.
Las chanclas se deben emplear en piscinas y vestuarios para reducir el riesgo de resbalones e infección por papiloma, así como para proteger los pies de posibles quemaduras u objetos lesivos en las playas.
- Zapatos ligeros. Deben ser transpirables y frescos, con una suela lo suficientemente ancha y con buen soporte. Son la mejor opción para llevar a cabo actividades deportivas. Es aconsejable utilizarlos con calcetines finos y de fibras vegetales, para evitar los daños ocasionados por la fricción del tejido con la piel. Puedes usarlos sin costuras o colocar las costuras del revés.
No obstante, este tipo de calzado requiere de ventilación diaria y polvos antifúngicos ocasionales para prevenir la aparición de hongos en las uñas de los pies.
Para aquellos que prefieren un calzado cerrado, las zapatillas ligeras son una excelente opción. Son versátiles y adecuadas para diversas actividades, especialmente las deportivas.
Otros cuidados
Independientemente del calzado elegido, es importante cuidar los pies durante el verano. Te ofrecemos algunas pautas:
- Mantén tus pies hidratados y aplica crema hidratante habitualmente para evitar sequedad y grietas. Asegúrate cuando te calces de que estén bien secos, sin humedad, y evita usarla en los espacios interdigitales.
- No olvides aplicar protección solar, especialmente en el empeine y tobillo, siempre que uses sandalias y chanclas.
- Alivia la hinchazón de los pies con baños de agua fría y elevando las piernas.
- Mantén los pies limpios y secos para prevenir infecciones y olores desagradables.
- No utilices calzado con la suela dura, de ese modo, evitarás la aparición de ampollas por fricción.
- Alivia la hinchazón de los pies con baños de agua fría.
- Ante cualquier signo de patología, como picor, cambio de coloración o engrosamiento de las uñas, hongos,durezas, grietas, dolor al apoyar, siempre es aconsejable acudir al podólogo.
Recuerda que elegir el calzado adecuado para el verano es esencial para disfrutar plenamente de esta temporada. Es preferible asegurarse de que los pies están bien cuidados o protegidos. De este modo, será más fácil transitar el verano con paso firme y seguro.